La luz puede provenir de fuentes naturales o artificiales, y
en cada caso posee una serie de características.
La LUZ NATURAL es más difícil de controlar pues cambia
constantemente de intensidad, dirección, calidad y color; sin embargo es
intensa, cubre grandes extensiones y es gratuita.
La LUZ ARTIFICIAL todos estos parámetros pueden controlarse,
pero resulta más cara e incómoda de usar y además limita la extensión de la
superficie iluminable.
Aparte de ser un factor físico imprescindible en el proceso
fotográfico, la luz posee una función plástica de expresión y modelado que
confiere un significado y un carácter tal, que muchas veces ella sola determina
la calidad de una fotografía.
Los principales factores que determinan la iluminación son:
1. El origen determina muchas veces el resto de los
factores. Se entiende por luz natural la proporcionada por el sol aunque está
oculto por las nubes o tras el horizonte. La luna y las estrellas e incluso el
fuego, son también iluminación natural, aunque por su poca intensidad raramente
se utilizan. La luz artificial puede ser a su vez continua (bombillas) o
discontinua (flash).
2. El número de las fuentes influye sobre el contraste y el
modelado de la imagen. En general se recomienda utilizar el menor número posible
de fuentes y en aras a una mayor naturalidad en la foto, emplear siempre una
como luz principal. Con luz natural puede usarse, como luz secundaria o de
relleno, una pantalla reflectante o un destello de flash. Muchas veces las
duras sombras de un retrato a mediodía, pueden mitigarse en parte, haciendo que
el modelo utilice un simple libro abierto como reflector bajo su cara.
3. La dirección de la luz y la altura desde la que incide
tiene una importancia decisiva en el aspecto general de la fotografía. Variando
la posición de la fuente, pueden resaltarse los detalles principales y
ocultarse los que no interesen. De la dirección de la luz también depende la
sensación de volumen, la textura y la intensidad de los colores.
Psicológicamente también pueden sugerirse tranquilidad o ambientes de atardecer
si utilizamos la luz horizontalmente. Aunque las posiciones de la luz respecto al
motivo y la cámara, pueden ser infinitas, todas ellas pueden incluirse en mayor
o menor parte en unos de los tres tipos siguientes:
LUZ FRONTAL
La luz frontal produce aplanamiento de los objetos, aumenta la cantidad de
detalles pero anula la textura. Los colores se reproducen con gran brillantez.
En personas y con la luz cerca del eje del objetivo, el riesgo de que aparezca
el efecto "ojos rojos" aumenta considerablemente.
LUZ
LATERAL
La iluminación lateral destaca el volumen y la profundidad de los objetos
tridimensionales y resalta la textura; aunque da menor información sobre los
detalles que la luz frontal y además aumenta el contraste de la imagen.
LUZ CENITAL
La iluminación Vertical (cenital o inferior)
aísla los objetos de su fondo y el elevado contraste que da a la imagen les
confiere un aire dramático. Especialmente en retratos, puede llegar a hacer el
rostro tenebroso e irreconocible.
CONTRALUZ
El contraluz simplifica los motivos
convirtiéndolos en simples siluetas, lo cual puede resultar conveniente para
simplificar un tema conocido y lograr su abstracción, a ello hay que añadir
además la supresión que se consigue de los colores y la posibilidad de usarse
como luz secundaria para marcar líneas brillantes que destaquen el motivo
respecto a su fondo.
LUZ
DURA
La luz dura procede de fuentes pequeñas y alejadas, como el sol y las bombillas o flashes directos. La distancia y el tamaño determinan el grado de dureza. la luz dura es idónea para destacar la textura, la forma y el color; y proporciona el mayor grado de contraste.
La luz dura procede de fuentes pequeñas y alejadas, como el sol y las bombillas o flashes directos. La distancia y el tamaño determinan el grado de dureza. la luz dura es idónea para destacar la textura, la forma y el color; y proporciona el mayor grado de contraste.
LUZ SEMIDIFUSA
La iluminación semidifusa procede de fuentes más
grandes y/o próximas al objeto y, aunque produce sombras definidas, ya no
tienen los borde nítidos. La luz semidifusa destaca el volumen y la textura,
pero sin sombras negras y vacías y sin el elevado contraste de la luz dura. El
color resulta más apagado.
LUZ
SUAVE
La luz suave es tan difusa que no proyecta apenas sombras. La fuente luminosa ha de ser muy extensa como un cielo cubierto, o rebotarse sobre una superficie muy grande y próxima, como el techo, pantallas reflectoras, etc. Esta iluminación es la menos espectacular de todas pero la más agradable y fácil de controlar, además de proporciona un contraste ideal para reproducción impresa.
La luz suave es tan difusa que no proyecta apenas sombras. La fuente luminosa ha de ser muy extensa como un cielo cubierto, o rebotarse sobre una superficie muy grande y próxima, como el techo, pantallas reflectoras, etc. Esta iluminación es la menos espectacular de todas pero la más agradable y fácil de controlar, además de proporciona un contraste ideal para reproducción impresa.
En
síntesis, la luz dura produce, en general, efectos fuertes y espectaculares,
mientras que la suave resta importancia a las sombras y hace que sea el volumen
del motivo el que domine sobre las lineas. Ambos tipos de iluminación están
determinados por el tamaño y proximidad de la fuente luminosa.
4. La difusión o calidad de la luz, determina la nitidez del borde de las sombras y por tanto la dureza o suavidad de la imagen.
5. La intensidad y
6. la duración influyen casi exclusivamente sobre la combinación diafragma-obturador que ya hemos visto en los capítulos anteriores.
7. El color viene determinado por la longitud de onda de la luz y por el color intrínseco del objeto, con la única excepción de las sustancias que emiten luz propia: fosforescentes, fluorescentes, biolouminiscentes, triboluminiscentes, etc.
4. La difusión o calidad de la luz, determina la nitidez del borde de las sombras y por tanto la dureza o suavidad de la imagen.
5. La intensidad y
6. la duración influyen casi exclusivamente sobre la combinación diafragma-obturador que ya hemos visto en los capítulos anteriores.
7. El color viene determinado por la longitud de onda de la luz y por el color intrínseco del objeto, con la única excepción de las sustancias que emiten luz propia: fosforescentes, fluorescentes, biolouminiscentes, triboluminiscentes, etc.
Distribución de la luz
Dado que la luz se desplaza en línea recta, los rayos
procedentes de un manantial puntiforme serán divergentes entre sí, como
consecuencia, una superficie cercana, recibirá más rayos de luz y por tanto,
mayor luminosidad que una más lejana. La intensidad de la iluminación de la
superficie, es inversamente proporcional al cuadrado de su distancia con
respecto al foco luminoso. Si se dobla la distancia, la iluminación se reduce,
no a la mitad, sino a la cuarta parte.
Cuando la luz se está desplazando por un medio constante, y
llega a otro medio diferente, o llega a la superficie de un objeto, la luz
puede ser:
- Reflexión:
Sucede cuando la luz se encuentra en su camino con un obstáculo en el que
no puede entrar, y se produce una devolución de la luz al medio de
llegada. La luz se refleja cuando incide en una superficie lisa y cada
rayo que llega hasta la misma, es reflejado en una dirección determinada
por su ángulo de incidencia, siendo el ángulo de incidencia igual al
ángulo de reflexión. La reflexión difusa, tiene lugar a partir de
superficies irregulares o mates y los ángulos y las inclinaciones serán
diferentes, y como consecuencia, el haz es interrumpido y reflejado en
todas direcciones.
- Absorción:
Si el objeto es opaco, la luz no reflejada, resulta absorbida por el
objeto y desparece transformándose en energía calorífica en su interior.
Se considera a un objeto opaco cuando absorbe toda la luz.
- Transmisión:
Cuando el objeto es transparente, parte de la luz continúa su
desplazamiento a través de este, pero aunque sea mínima, siempre se
realiza una refracción. La transmisión es directa cuando la luz pasa a
través de materias transparentes sin dispersarse. La transmisión se
considera difusa, cuando, como consecuencia de ella, los rayos de luz se
dispersan en múltiples direcciones. La luz incluso se puede transmitir
selectivamente, cuando pasa a través de una materia que absorbe ciertas
longitudes de onda y deja pasar otras.
- Refracción:
Cuando un rayo de luz atraviesa oblicuamente un material transparente se
produce un cambio de dirección de este rayo. Este cambio de dirección se
produce como consecuencia del cambio de velocidad de la luz al pasar de una
materia a otra con distinta densidad. El ángulo de la refracción depende
del índice de refracción del material transparente y del ángulo de
incidencia del rayo de luz. Cada longitud de onda sufre una refracción
distinta, esto lleva a la descomposición de la luz blanca en los
diferentes colores del espectro.
Efecto de la luz en los materiales:
- Transparente:
aquel material óptico que transmite los rayos de luz de forma regular.
- Translúcido:
Aquel material óptico que transmite los rayos de luz pero los desordena y
los dirige en todas direcciones.
- De
transmisión acromática: aquel material que transmite por igual todas las
longitudes de onda.
- De
transmisión cromática: aquel material que transmite libremente algunas
longitudes de onda y absorbe otras total o parcialmente.
- Opaco:
aquel material que absorbe toda la luz.
Sombra y penumbra
Debido a la propagación de la luz detrás de los cuerpos
opacos iluminados, queda un espacio oscuro perfectamente delimitado, que se
denomina sombra.
Cuando se utilizan varios focos de luz, se obtienen zonas
cuya iluminación es intermedia, entre el máximo correspondiente a la totalidad
iluminada y a la sombra, estas zonas se denominan penumbra. Las sombras forman
parte inseparable de casi todos los dispositivos de iluminación (la única
posición en que una lámpara no proyecta sombras es aquella que ocupa la propia
lámpara) desde cualquier otra posición, toda fuente produce sombras.
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